En todo Estados Unidos, algunas ciudades se están encargando de hacer sus hogares más acogedores para los inmigrantes. En una época en la que cunde la retórica antiinmigración y se aprueban leyes tanto estatales como federales para dificultar el asentamiento de los inmigrantes, algunos dirigentes municipales recurren a los inmigrantes para que les ayuden a reactivar sus comunidades en decadencia.
Una de esas ciudades es Baltimore, donde la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake lleva trabajando desde 2011 para aumentar el crecimiento de la población de la ciudad animando a las familias inmigrantes a acudir en masa. Para lograr sus objetivos, la alcaldesa Rawlings-Blake ha impulsado una serie de iniciativas para ayudar a su ciudad a ser mucho más acogedora para los inmigrantes, entre ellas ordenar a las fuerzas del orden que dejen de cuestionar el estatuto de ciudadanía de las personas, poner en marcha clases de español en las escuelas locales y fundar grupos comunitarios para ayudar a los inmigrantes a resolver sus problemas de papeleo. Ha recomendado que la ciudad ayude a la población inmigrante a obtener hipotecas contratando a enlaces municipales que les ayuden en el proceso de solicitud de hipotecas.
El impacto que esto ha tenido en la menguante población y economía de Baltimore ha sido dramático. Los inmigrantes constituyen aproximadamente el 9% de la población de la ciudad, al tiempo que forman el 12% de la mano de obra y son más del 20% de los propietarios de empresas en Baltimore. Según la Fundación Abell, muchos inmigrantes tienen un nivel de estudios superior y niveles de desempleo inferiores a los de la población general.
Los inmigrantes también han creado vibrantes enclaves étnicos por toda la ciudad, donde se reúnen personas de orígenes similares. A menudo, zonas deprimidas de la ciudad se han convertido en el hogar de grupos de inmigrantes, que se han encargado de formar comunidades fuertes y establecer negocios en las zonas que habitan. Baltimore no es la única ciudad que disfruta de los beneficios sociales y económicos de la población inmigrante. Muchas ciudades del Cinturón del Óxido, entre ellas Detroit y San Luis, han adoptado políticas similares para animar a la población inmigrante a establecerse, incluidas licencias e identificaciones alternativas para los indocumentados.
Aunque la mentalidad pueda resultar extraña en los tiempos que corren, docenas de ciudades estadounidenses se están convirtiendo en un testimonio de lo que la inmigración puede hacer para ayudar a revitalizar y estimular comunidades en dificultades. Incluso frente a la inmigración federal, estos municipios están elaborando políticas de inmigración propias que se adaptan a sus necesidades.
En las Oficinas Legales de Rosina C. Stambaugh, entendemos cómo las valiosas contribuciones de los inmigrantes ayudan a los EE.UU. a crecer y florecer. Nuestro abogado de inmigración York se ha comprometido a ayudar a los inmigrantes frente a sus problemas de inmigración con el servicio al cliente compasivo y experimentado asesoramiento jurídico.
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